D.E.P. Inés

Una carta abierta en el foro de la ULPGC que pone los pelos de punta:

Hola Inés: ¡Quién me lo iba a decir! y sobre todo...¡Quién te lo iba a decir a ti! La verdad es que ha pasado un día y algunas horas desde ese fatídico accidente que ha colmado de dolor a tantas familias en general, y a muchas canarias de manera particular. Entre esas familias, la tuya. Anoche cuando me acosté, triste , como la inmensa mayoría de las personas con corazón, lo hice con el relativo alivio de que entre las víctimas del vuelo 5022 de Spanair no había ninguna persona allegada a mí, y mira tú por donde, hoy, sobre las once de la mañana me enteré de tu trágico final, en este desgraciado accidente , que , si se pudo o no evitar, es algo que se me escapa, pero que me ha dejado muy mal, y no hago más que imaginarme cómo lo estará pasando ahora mismo tu familia en general, y tu Gran Madre, de manera particular. Tengo muchos recuerdos tuyos: ¿Te acuerdas de cuando eras una renacuaja, y cuando salías te ponías un bolso enganchado al codo, casi siempre con un abanico dentro, y usabas zapatos de tacón, pues querías ser una mujer muy pronto , como me confesaste cuando fuiste algo mayor? O también, cuando íbamos a caminar juntas, y un día lo hicimos en un día de calor como el que estamos teniendo hoy, y teníamos mucha sed? ¿Te acuerdas que avistamos un camión repartidor de refrescos, y yo te dije que iba a decirle al chófer que nos diera algo para refrescarnos, y tú me contestaste que no iba a ser capaz? ¿ Lo recuerdas , verdad? Y sí que fui capaz, y el conductor, muy solícito, nos sació nuestra sed dándonos un zumo fresquito, ahora mismo, no recuerdo el sabor, pero nos supo a gloria, todo ello ante tu asombro, pues aún eras muy jovencita. ¿Te acuerdas de aquel cumpleaños que celebraste en la casa que con tanto sacrificio compraron tus padres y que pertenecía a mis abuelos? ¡Dios mío! Tan cerquita de mi casa como está, no sé cómo voy a superar ésto. Nos lo pasamos de lo más bien, y tú con tu novio, el que luego sería tu marido, siempre de la mano de él, muy enamorados, y que ese cumpleaños fue bastante especial para ti, pues , a mí no se me ocurrió otra cosa que armar una de las mías, pues no me gusta que las celebraciones sean serias; si se celebra algo, pues que haya risas, alegria...Fuiste precoz y adelantada en todo; te casaste sin terminar la carrera, algo que no todas las mujeres hacen, te preparaste tus oposiciones, conseguiste ese trabajo que tanto necesitamos y que tanto nos honra. Tu matrimonio no llegó a funcionar, pero, al menos viviste un tiempo de felicidad , tanto de novios como casados, y eso siempre es bueno, pues irse de este mundo sin haber encontrado una estabilidad, no es nada bueno para nadie.

Un día me dijiste que no querías tener hijos, pues ya había bastante gente en el planeta ( y todavía no éramos cinco mil millones de seres), y que este mundo no te gustaba para tus hijos...y bendita elección la tuya, pues, encima de lo loco que está el mundo, hoy estarían huérfanos, con esta combinación tan macabra de números, que eligió el destino para que abandonaras esta dimensión, de una manera tan trágica.

Ya tenías tu puesto en la sociedad, con sólo 38 años. Ahora será muy difícil para tus compañeros y compañeras de Instituto asumir tu pérdida, y, tus alumn@s ...¡Madre mía! ¿Cómo reaccionarán ell@s? Será un golpe muy duro, y sobre todo a estas edades, pues de seguro que has dejado huella en ellos, una huella muy positiva, como la que has dejado en mí.

Sólo me queda decirte que me costará mucho olvidarte, si es que consigo hacerlo algún día, sobre todo teniendo en cuenta que tengo que pasar por tu casa a diario, una casa, que , como te dije antes, de la que tengo los mejores recuerdos de mi niñez, pues allí vivían mis abuelos maternos...y ahora, tu madre. No quiero ni pensar cómo será ese inevitable encuentro con ella.

Descansa en Paz, Inés, y si hay otra vida después de ésta, vela por la gente que te quiso y que nunca te olvidará, para que el dolor sea más soportable.

Dejaré de recuerdo tu cuenta de correo, esa cuenta a la que llegará mensajes y tú ya no podrás contestar, y que tus contactos se extrañarán de que no lo hagas, pues era una de tus prioridades contestar a quien te escribiera.

Disculpa si hay alguna incoherencia, pero necesitaba sacar todo ésto de dentro de mí para sentirme más aliviada.

DESCANSA EN PAZ, INÉS. Ya cesó tu sufrimeinto, ahora continúa el del que nos quedamos aquí.

Mensa no te olvidará, y en su fe, pedirá por tu descanso eterno.

Pd: Una última cosa: Recuerdo que un día te comenté que no me gustaba viajar en avión, que me daba auténtico pánico, y tú me contestaste: " Pues yo me siento tan bien en un avión, ya que estoy tan cerquita del cielo..." Y ayer, sin levantar casi el vuelo, te viste en el mismísimo infierno. ¡ Ojalá y ni tan siquiera te dieras cuenta de nada! Gracias por formar parte de mi vida, Inés.

"Carta de María del Carmen Santana Santana a su amiga Inés muerta en el accidente de Barajas, publicada en el foro de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria"

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