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martes, 1 de junio de 2010

OPINIÓN: Celebrar el "Día de Canarias"

Pasado el 30 de mayo, nos queda el regusto agridulce de ver cientos de personas vestidos de maúros y felicitándose por ser canarios. Hoy, ya a 1 de junio, muchos no se deben de acordar de su pertenencia a este pueblo y sólo les quedará el ardor de estómago de las comilonas y el ron injeridos. Celebrar el Día de Canarias, por todo lo que esta efeméride encierra, es un acto propio de un pueblo sin memoria ni a corto ni a largo plazo. La cuestión es que esa historia y lo que este 30 de mayo significa, no se le cuenta a un pueblo acostumbrado a ser dirigido por facciones caciquiles.


El 30 de mayo de 1481 el todavía guanarteme de Gáldar Tenesor Semidán, firmaba la anexión de Canarias a los reinos cristianos. La firma se realizó en Calatayud, siendo el firmante por los Reinos de las Españas, Fernando el Católico. Mediante este acuerdo, el rebautizado Fernando Guanarteme aseguraba su posición privilegiada en la sociedad canaria. Por lo tanto, fue un decisión personalista, mediante la cual mantenía los privilegios de su familia. No muy distinto fue el pacto firmado el 30 de mayo de 1982, en el que una mayoría de UCD y PSOE, hablaban por el pueblo canario, para imponer un Estatuto de Autonomía de Canarias, por la vía 143. Esto se llamó el "pacto colonial", pues disponía la vulneración de las disposiciones del pueblo canario y con la imposición de este Estatuto, se aseguraba el mantenimiento de las estructuras caciquiles. La vía 143 que todavía hoy padecemos, es la forma de autonomía más limitada, semejable al Estatuto de La Rioja. La vía 151 se reservó para lo que se llamó "Autonomías históricas", cuyo adjetivo no era merecido para el Archipiélago Canario. Pasados 28 años, observamos el estrepitoso fracaso de este régimen impuesto: sistema electoral injusto, dictadura de las burguesías regionalistas e insulares, poca planificación económica, destrucción del territorio, etc. 


Teniendo una visión histórica de conjunto y mirando dos fechas que distan 501 años entre sí, la fecha se antoja muy poco celebrable. Todas las naciones del mundo tienen su día nacional. A nosotros nos "obligan" a celebrar un día en que primero el pueblo canario entregó su soberanía y después no supo recuperarla, para perpetuar su encadenamiento. Sin embargo, observamos como los nacionalistas institucionales, se apresuran a celebrar esta fecha, incluso vilipendiando la bandera nacional canaria. Esta mezcla de sentimientos, convierte su celebración de estos pactos en algo abstracto y jugando a dos bandas. La burguesía regional canaria es la valedora del colonialismo español en las islas y por mucho que intenten engañarnos, a la más mínima se quitan la careta y nos recuerdan de donde vienen.