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sábado, 5 de septiembre de 2009

Al rescaste de nuestro olvidado patrimonio histórico


Nuestro patrimonio histórico y arqueológico más ancestral, es un claro olvidado a la hora de valorarse y llevarse a cabo trabajos para investigarlo. Las causas de tal olvido responden a intereses personales de arqueólogos bien pagados por distintas opciones políticas, para que sigan una corriente de investigación determinada, a la misma clase política que lo esconde en pro de hacer sus proyectos sin el entorpecimiento de tener que perder tiempo en analizar los restos arqueológicos y la pasividad de la sociedad, que si bien sí mantiene cierta sensibilidad con el medio ambiente, aunque sea de boquilla, no muestra casi ningún interés en desenterrar su legado más ancestral. En cualquier caso, todos los motivos dados para este ocultamiento del patrimonio arqueológico, parten siempre de la clase política.

En días anteriores, he tenido la oportunidad de hablar del tema con el responsable del blog Pintadera. Este señor lleva mucho tiempo luchando por mantener el interés por el patrimonio histórico arqueológico de las islas, sobretodo a nivel municipal. Su denuncia sobre la dejación de la Montaña de Cuatro Puertas, ha sido desoída por buena parte de la clase política, incluidos los falsos nacionalistas de NC, encarnados en el Ayuntamiento de Telde por su alcalde Paco Santiago. Sin embargo, parece que el consistorio municipal de la ciudad de los Faycanes, tiene mayor preocupación por la historia colonial de Canarias. Como claro ejemplo están las obras continuas para adecentar la Basílica y Plaza de San Juan, primer lugar donde se asentaron los colonos castellanos en la isla de Tamarán. En cambio, permiten destruir y enterrar el yacimiento de Jinámar, para hacer el Centro Comercial Las Terrazas, entre otros muchos escándalos de esta índole, pero desde luego este fue el más sonado. Esto es lo que llama el arqueólogo canario Jesús Cantero, "racismo cultural". Sin embargo, la cuestión no es que se olvide el patrimonio colonial en favor del precolonial, sino aglutinarlo todo y que todo sea importante, como parte de nuestra historia que es.

Nuestro compañero de Pintadera, enumera los tres enemigos de la arqueología: los que la manipulan, los que la ocultan y los que la expolian. Entre quienes la manipulan y la ocultan puede haber arqueólogos, mientras que quien la expolia, puede ser cualquier persona que no respeta ni valora el patrimonio arqueológico. En esta línea, nos habla de la manipulación a la que está sometida la Cueva Pintada de Gáldar, que, sin bien es cierto que es de lo poco bien cuidado de historia precolonial en Canarias, no por ello está libre de injerencias políticas importantes.

En definitiva, tenemos un arduo trabajo por delante en defensa de nuestro patrimonio histórico y arqueológico de todos los tiempos. Desenterrar nuestra historia, es lo único que nos puede hacer un pueblo maduro y cohesionado.

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